PRURIGO POR INSECTOS

El prurigo por insectos es una dermatitis (enfermedad de la piel) muy frecuente entre niños de 2 a 6 años, desencadenada por una reacción alérgica a la picadura de insectos.

A pesar de que el prurigo es una enfermedad que se puede considerar benigna, puede provocar mucha angustia y estrés en los padres, ya que la comezón suele ser intensa y siempre es motivo de angustia la presencia de las manchas residuales por tiempo prolongado.

Se caracteriza por la formación de una roncha en el sitio de la agresión que provoca mucha comezón, lo que lleva al niño a rascarse y eventualmente complicar la lesión con infecciones secundarias. En ocasiones puede observarse la formación de una pequeña ampolla en la punta de la roncha, dejando una mancha oscura residual.

La localización de las lesiones nos puede dar una buena idea del insecto culpable, ya que al observar las lesiones sobre las áreas expuestas como, antebrazos, piernas y cara, podemos pensar se trata de insectos voladores como mosquitos, mientras que si encontramos las lesiones sobre las áreas cubiertas por la ropa, como la cintura, espalda y abdomen, podemos pensar que se trata de insectos rastreros, como las chinches.

 

Como primera medida de tratamiento, debemos pensar en la prevención, la cual consistirá en evitar el contacto con insectos potencialmente agresivos, y en caso de estar expuestos a ellos, se recomienda el uso de ropa que cubra los brazos y piernas, así como el uso de pabellones en las camas de los niños para dormir. El uso de repelentes de insectos se recomienda a partir de los 2 años de edad.

La valoración alergológica es de importancia para establecer diagnóstico de certeza y un tratamiento médico adecuado.